martes, 20 de noviembre de 2012


BRUCELOSIS
 La brucelosis es una zoonosis de importancia mundial. En humanos es también llamada Melitococcia, fiebre ondulante, fiebre de Malta o fiebre del Mediterráneo. En animales, aborto infeccioso, aborto contagioso, aborto epizoótico y enfermedad de Bang en los bovinos.
Causada por bacterias del género Brucela. Se trata de una infección considerada de riesgo ocupacional, incluida en la lista de las enfermedades profesionales, ya que no sólo se puede transmitir a través de la ingestión de productos lácteos contaminados y no pasteurizados. La atención de animales enfermos, la administración de vacunas a los animales, el trabajo en laboratorios y manipulación de productos, subproductos y desechos como tejidos o excreciones de animales enfermos son consideradas actividades ocupacionales de alto riesgo.Se controla en Bancos de Sangre y ha emergido en los últimos años en nuevas especies de animales.
En la cadena de transmisión el hombre es un huésped secundario, el cual resulta infectado a partir de una fuente animal que incluye a bovinos, caprinos, ovinos, porcinos o caninos infectados. El microorganismo atraviesa la barrera cutáneo-mucosa aún en ausencia de solución de continuidad de la misma. La manipulación de productos fetales, el contacto el con medio ambiente contaminado o actividades relacionadas pueden producir el contagio en el hombre. Los vectores no juegan un papel de interés en la transmisión de esta enfermedad.
 TRATAMIENTOS
El tratamiento óptimo de la brucelosis es todavía discutido,a pesar de haberse usado desde 1947, múltiples esquemas de anti-microbianos  La Organización Mundial de la Salud y la Academia Americana de Pediatría, recomiendan un tratamiento con una duración que va de 6 semanas hasta meses dependiendo si existe cronicidad. La cronicidad puede ser debida a que la Brucela es un organismo hábil para sobrevivir y multiplicarse dentro de las células del sistema de defensa del cuerpo. Esto explica la tendencia de esta enfermedad a tener un Curso clínico  prolongado con recaídas que van del 4 al 41%.En pediatría se necesita la administración prolongada de antimicrobianos para obtener la curación. Las recidivas por lo común no dependen de la generación de resistencia por parte de Brucela, sino más bien de la interrupción prematura del tratamiento.Durante 4 ó 6 semanas habrá que administrar 2 a 4 mg/kg/día de doxiciclina vía oral (VO); máximo 200 mg/ día en dos fracciones (ó 30 a 40 mg/kg/día. De tetraciclina VO; máximo 2 g/día en cuatro fracciones). Sin embargo, es mejor no usar la tetraciclina ni doxiciclina en la medida de lo posible en niños menores de ocho años. Otros
fármacos adecuados para pacientes de menor edad son el trimetoprim-sulfametoxazol VO trimetoprim 10 mg/kg/día; dosis máxima, 480 mg/día y sulfametoxazol, 50 mg/Kg/ día; dosis máxima 2,4 g/día) en dos fracciones durante cuatro a seis semanas.
MEDIDAS PREVENTIVAS
La erradicación de la brucelosis en seres humanos depende de la desaparición del género Brucella del ganado vacuno, caprino, ovino y de otros animales. La pasteurización de la leche y de los productos lácteos para consumo humano es especialmente importante para evitar la enfermedad en niños. La certificación de leche cruda no elimina el peligro de transmisión de los microorganismos. En áreas endémicas son de máxima importancia la práctica obligatoria de las
medidas de erradicación y la enseñanza que se brinda al respecto.La vacunación con cepa 19 de B. abortus que se realiza de rutina en el ganado bovino junto con la realización de pruebas serológicas y al sacrificio de animales infectados, constituyen las medidas efectivas para la reducción de la incidencia en el ganado bovino. La cría de los porcinos
debe realizarse de acuerdo a la reglamentación vigente  brucelosis porcina en Argentina. (Resolucion Nº 225/95- Normas para crianza de especie porcina).  Las medidas preventivas más importantes son la pasteurización de la leche y la ingestión exclusiva de quesos pasteurizados. Las personas que manipulan carne deben utilizar lentes y ropas protectoras y cubrir (proteger)
cualquier lesión de piel para evitar su infección. La detección de animales infectados permite controlar su diseminación. Existen vacunas para el ganado, pero no para los seres humanos.
                                                                                                                                                                                                   Lucia Calvo

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